jueves, 14 de octubre de 2010

LAS EVOLUCIONES.


Sistema sensorio-perceptual:Con frecuencia, los niños autistas presentan anormalidades significativas en respuestas a una variedad de estímulos sensoriales. Estas anormalidades reflejan déficit preceptúales más que sensoriales primarios (Esta afirmación no niega la existencia de niños autistas sordos, o ciegos). Las anormalidades pueden ser secundarias a los defectos de atención, cognitivos o de motivación. Sus grados y sus características son muy variables, lo que sugiere que el déficit sensorial no son marcas centrales definitorias del síndrome, aunque la respuesta anormal pueda serlo.Por lo general, los niños autistas emplean mejor la modalidad visual que la auditiva. La memoria visual de caminos y lugares puede ser excelente; algunos de estos niños pueden ser extremadamente observadores y focalizan blancos invisibles, se fascinan con ventiladores o ruedas giratorias, y son capaces de aprender el lenguaje a través de la vista cuando no pueden hacerlo por medio del oído.Muchos niños autistas responden tan pobremente al sonido que pueden sugerir la existencia de un deterioro auditivo. Sin embargo, estos mismos niños, como muchos otros, pueden ser intolerantes a los sonidos fuertes y taparse los oídos para apaciguarlos. También pueden hacer lo mismo cuando se les habla; no está claro si a causa del sonido en sí o por la incapacidad de manejar los estímulos breves en secuencia rápida que codifica la fonología. La agnosia auditivo-verbal puede ser, en su esencia, un déficit severo de la percepción auditiva.Se llama defensa táctil a la reacción que consiste en arquear la espalda y empujar cuando alguien trata de abrazarlos o acariciarlos. Este tipo de respuestas, que es poco común en otras personas, frecuentemente se atribuye al defecto del niño autista para sociabilizar. Otros niños autistas, en cambio, adoran que les hagan cosquillas y caricias y que los alcen de un lugar a otro, y también les gustan los juegos bruscos: a veces rompen objetos para conocer su textura. Una anormalidad notoria en algunos niños autistas, especialmente en los no verbales severamente retardados, es le comportamiento autodestructivo que consiste en morderse la mano o el brazo, aplaudir tan fuerte y rápidamente como para producir callosidades en las palmas, sacudir la cabeza o golpearla hasta producir una hinchazón en la sien, o pellizcarse hasta hacerse sangrar. Este comportamiento puede ser tan frecuente que se requieren ciertas restricciones para evitar heridas permanentes. En algunos casos estas conductas son manifestaciones de frustración o intento de manipular a los padres o cuidadores.
Los niños autistas también pueden dar respuestas atípicas a los olores y al gusto: algunos huelen regularmente la comida, pero también objetos y personas; algunos chupan indiscriminadamente la comida y objetos no comestibles; algunos sólo comen una variedad limitada de alimentos. La razón de este comportamiento no se conoce.EVOLUCIÓN DEL AUTISMO.El Síndrome autista se manifiesta entre el primer y tercer año de vida. Al surgir la sintomatología ocurre una detención del desarrollo, una regresión, ya que pierden las habilidades adquiridas, se puede confundir con otros trastornos o discapacidades (retraso mental, hipoacusia, epilepsia, Síndrome de Down, trastorno de Asperger, trastorno de Rett). Desde el punto de vista psicológico se dice que son "border", es decir, fronterizos.Las características evolutivas del síndrome autista son:Primer año: (lactante)- Bebé menos alerta a su entorno.- No se interesa por su entorno.- Permanece en la cuna por horas sin requerir atención.- No responde al abrazo de la madre.- Son difíciles de acomodar en los brazos.- La sonrisa social (cuatro meses) no aparece.- Puede parecer contento, pero su sonrisa no es social.- Rara vez ve el rostro materno.- No diferencia a los familiares.- Está desinteresado por las personas en general.- Los juegos le resultan indiferentes.- Lloran largo rato sin causa alguna.

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